Durante su encuentro, Kim Jong Un destacó la importancia de la cooperación y los intercambios culturales entre ambos países, que favorecen la prosperidad y el bienestar mutuo. Lyubimova expresó su alegría por el encuentro y la colaboración cultural, señalando que su visita incluye actividades artísticas que profundizan la amistad entre Corea y Rusia.
Ambos personeros intercambiaron ideas sobre futuros planes de cooperación cultural, disfrutando de un ambiente amistoso. Posteriormente, Kim Jong Un visitó el Gran Teatro de Pyongyang, donde asistió a una exposición de fotos de Rusia, para, posteriormente, asistir a una presentación de artistas rusos, los que destacaron su cultura a través de canciones y danzas patrióticas. El espectáculo fue un éxito, dejando una fuerte impresión en el público, que también disfrutó de performances coreanas.
Al final del evento, Kim Jong Un reconoció el talento de los artistas rusos enviándoles un cesto de flores. Posteriormente, la actividad cerró con una función coreana, efectuada para celebrar los sentimientos ideológicos y patrióticos compartidos por los dos pueblos. El espectáculo cimentó la fe en la futura prosperidad de ambos países y resaltó la sólida amistad entre ellos.
Antes de despedirse, Kim Jong Un pidió a Lyubimova que transmitiera sus saludos al presidente ruso, Vladimir Putin, y al pueblo de Rusia.
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